02 May 2012

160 aniversario del nacimiento de Ramón y Cajal


Fue ayer Google quien tuvo que recordarnos la figura de Ramón y Cajal, celebrando los 160 años de nacimiento con un "doodle".


Muchísimos medios se han hecho eco de esa noticia (que Google lo ha homenajeado, no que fue el 160 aniversario de su nacimiento), algunos incluso mostrando la paradoja de que España recorta en I+D mientras Google homenajea al científico.

Unas breves notas de interés sobre Ramón y Cajal.


Ramón y Cajal, ¿navarro?

Efectivamente, Ramón y Cajal es administrativamente navarro, puesto que nació en el pequeño enclave de Petilla de Aragón, sito en tierras aragonesas, pero de titularidad navarra.

Sin embargo, Ramón y Cajal se trasladó a tierras "puramente" aragonesas ya de muy niño, y toda su infancia y educación están íntimamente ligadas a la tierra y el carácter (alto)aragónes.  Cuando tenía 2 años se trasladó a Larrés, luego a Luna, después a Valpalmas y finalmente a Ayerbe, donde hay una plaza que lleva su nombre. Estudió primaria en los escolapios de Jaca, bachillerato en Huesca, y medicina en Zaragoza. Es por eso que Ramón y Cajal aparece siempre en las listas de "aragoneses ilustres".

Las discusiones sobre si es navarro o aragonés son absurdas, pero cuando se hace alguna matización de su comunidad de origen, si es que eso ha tenido algún tipo de influencia en sus estudios o carácter, conviene no olvidar que Ramón y Cajal se crió, educó y realizó sus estudios superiores en Aragón, y que su relación con Navarra es haber nacido en Petilla de Aragón.

Como anécdota y como convecino puedo decir que sí se pueden detectar ciertos matices en la obra (ver más adelante) muy extendidos por esas tierras, como son la tendencia al pesimismo, la ironía, la socarronería, o la autoinfravaloración. Por suerte hay otros matices también comunes por tierras aragonesas (el empeño, la tozudez y la autoexigencia) que pueden -y suelen- vencer esas tendencias negativas.


Ramón y Cajal, único premio Nobel en ciencias para España

España sólo ha conseguido un premio Nobel en ciencias, concretamente en Medicina. Es cierto que Severo Ochoa (asturiano) también consiguió el Premio Nobel de medicina, pero fue a parar a Estados Unidos, puesto que fue allí donde se encontraba trabajando y ya había conseguido la nacionalidad estadounidense.

Compárese con los seis premios Nobel en literatura.

Es curioso como Ramón y Cajal, y Severo Ochoa, son una especie de representación de las dos opciones que todavía siguen vigentes para los (buenos) científicos españoles. Ramón y Cajal se queda en España  y se caracteriza por su empeño, tozudez, lucha y crítica al sistema (ver siguiente sección). Severo Ochoa, sin embargo, a los 24 fue invitado a realizar una estancia en el extranjero y a los 31 se marchó a investigar fuera, afincándose definitivamente en Estados Unidos a los 35.


Lea a Ramón y Cajal, ¡ya!

Uno de los libros que más me impactaron hace unos años y que recomiendo a todo aquél interesado en investigación o en la universidad, es "Reglas y consejos sobre investigación científica: tónicos de la voluntad". Escrito hace más de 100 años uno se queda entre incómodo y atontado al ver que su discurso sigue perfectamente vigente.

No hace falta que lo compren. Los derechos de autor ya han expirado. Lo tienen disponible en el Centro Virtual Cervantes o si prefieren en formato ePub para su lector de eBooks favorito, en este estupendo post-reseña donde hay un enlace a ese formato.

Se habla de muchas cosas. De las prisas de los novatos, de las cualidades morales que debe poseer el investigador pero, sobre todo, del "desdén por la ciencia" que se sufre en España, de las razones y posibles soluciones, del retraso respecto al extranjero, de la soberbia y de la incompetencia del personal, de lo que nos gusta hablar y pavonearnos sin en realidad haber trabajado ni aportado mucho. No sé si les sonará.

Les dejo con un pequeño párrafo que me gustó especialmente y al que hice caso en su momento.
Si, a pesar de todos los consejos, la reacción mental se retarda, hagan examen de conciencia y vean si no están en el caso de sufrir una cura espiritual en el extranjero. El laboratorio del sabio es un sanatorio incomparable para los extravíos de la atención y los desmayos de la voluntad. En él se desvanecen viejos prejuicios y se contraen sublimes contagios. Allí, al lado de un sabio laborioso y genial, recibirá nuestro abúlico el bautismo de sangre de la investigación, allí contemplará, con noble envidia, ardorosa emulación por arrancar secretos a lo desconocido, allí respirará el desdén sistemático hacia las vanas teorías y los discursos retóricos, allí, en fin —en extrañas tierras—, sentirá renacer el santo patriotismo. Y cuando lanzado en el camino del trabajo personal, cuente en su haber algunos estimables descubrimientos, de regreso al país natal aprenderá a escatimar sus admiraciones y mirará con desdén, casi con lástima, a sus antiguos ídolos.
Gracias querido Santiago.

Un saludo.

2 comments:

Javifields said...

Muchas gracias por el enlace al libro!
Me lo dejaron en su momento (época de escritura de la tesis), pero tuve que devolverlo luego. En aquel entonces las ediciones en papel estaban agotadas. Ahora podré releerlo con más "conocimiento del medio" :)))

Me gustó tanto que la única cita que incluí en la tesis, al principio, fue de ese libro:

"No es dado a todos aventurarse en la selva y trazar, a fuerza de energía, un camino practicable; pero, aun los más humildes, podemos aprovecharnos del que el genio abrió, y arrancar, caminando por él, algún secreto a lo desconocido."

Betawriter said...

Es verdad, a mí me costó muchísimo conseguir la edición en papel.

Muy buena la cita. La verdad que ese libro es una fuente de sabiduría. Tanto mirar para fuera y tenemos al genio en casa... :)