16 February 2011

¿Representan los políticos a los ciudadanos?


No sé hasta qué punto trascendió esta noticia, pero desde luego yo no la conocía y es digna de su máxima difusión. Es el ejemplo más claro e ilustrativo con el que me he encontrado del respeto de la clase política hacia quienes dice representar.

En 2007 un grupo ciudadano organizado por y desde la propia ciudadanía de a pie consiguió recoger 50.000 firmas (verificadas por el Instituto de Estadística de Cataluña) para exigir algo que la propia Constitución recoge: el derecho a recibir una educación que no discrimine a nadie por su lengua en las comunidades bilingües. El grupo ciudadano exigía la enseñanza inicial de los niños en primaria en su lengua materna (bien sea catalán o castellano) y una enseñanza auténticamente bilingüe (y no vehicular en catalán, con 2 horas e castellano a la semana) en etapas posteriores, para garantizar el perfecto e igual conocimiento de ambas lenguas a todos los escolares.

Para ello, el representante de la iniciativa popular, Francisco Caja, se armó no sólo con un razonado y razonable discurso, sino con argumentos de peso: sentencias judiciales, el informe PISA, informes de la UNESCO, etc... con datos claros de las ventajas del aprendizaje bilingüe (two-way immersion) y los graves niveles de fracaso escolar en Cataluña.

Éste fue el bochornoso espectáculo: antes de que Francisco Caja comenzara a hablar en nombre de esos 50.000 ciudadanos catalanes identificados con nombres y apellidos, más de la mitad del parlamento abandonó su puesto de trabajo, negándose a escucharles. De los entonces en el gobierno, sólo 8 de 69 estuvieron presentes, algunos poniendo caras de auténtico desprecio ante sus declaraciones. Y entre los asistentes no estaban ni el presidente ni el vicepresidente.

Independientemente del contenido del discurso (que, a mi juicio, debería servir de referencia a muchos politicos), éste debería ser como mínimo escuchado por quienes dicen representar a sus ciudadanos. ¿Cómo es posible que nuestros supuestos representantes se dignen a abandonar su puesto de trabajo y despreciar de esa manera la petición de 50.000 de sus ciudadanos?

Saludos.

2 comments:

madelen said...

Para sentirnos representados, yo creo que lo primero sería presentar un programa exhaustivo y no dar mítines chabacanos que es lo único que hacen en periodo electoral. Nadie sabe por donde va a salir el propio partido votado.
Después yo tengo una idea que no me parece del todo descabellada y es que ahora que la gran mayoría usamos medios telemáticos pudieramos ser los ciudadanos quienes votasemos leyes directamente.

Betawriter said...

Totalmente de acuerdo. El problema es que somos unos perezosos y sólo participa la gente que espera obtener intereses directos.

No se me ocurre otra forma de fomentar la participación que incentivándola de alguna manera (quizá desgravando) y cerciorándose (con algún tipo de test sencillo) de que la gente ha entendido lo que ha leído antes de votarlo.

Y, por supuesto, añadir un botón de "no lo entiendo", para obligar a clarificar propuestas, leyes, etc...

Ya este magnífico libro cuenta cómo en algunos países se ha obligado a revisar el lenguaje administrativo...

Saludos.